En la siguiente representación se aprecia la figura de sustancias nocivas: cigarros, pastillas,
drogas… La manzana simboliza el
pecado: todas las acciones que realizamos, consideradas socialmente como
infames, se interpretan en la fotografía como si llevaran a la desaparición del
ser, no significar nada. La zona superior del retrato se observa turbia, muerta,
al igual que el individuo ocupándola.
Nos lleva a esta conclusión: ¿es el pecado el
precio a pagar para participar de esta sociedad como uno más? ¿Existen vías
alternativas de huir de lo que la sociedad quiere de nosotros? ¿Somos realmente
como queremos?
Xabier Martínez de Zuazo Valero
Colegio Calasanz-Escolapios