Ves un largo camino por delante. A tu espalda, aunque muy ligera, una mochila llena de conocimientos y experiencias que la vida
te ha ido regalando. Tienes miedo de moverte, pero sientes la llamada de la verdad
y emprendes su búsqueda sin poder evitarlo. Caminas, corres, vuelas y,
mientras, dialogas con ella. El viento te envuelve, te impulsa, te eleva y
forma en ti un remolino de ideas. Conectas con tu origen, te sientes hijo de la
Tierra. Y descubres que el progreso está en tus manos. Y en tu mochila.
Entonces construyes molinos, para no olvidar nunca quien eres.
Leire Sancho San Martín
IES Zizur