Unas siluetas
dibujadas en la noche, agitadas por el viento… avanzando hacia su destino.
Apenas se distingue si son reales o aparentes, dos verdaderas personas de carne
y hueso o se trata de dos tallas o esculturas que las representan. En este
caso, el arte imita tan bien a la naturaleza que se confunden entre sí.
También aprecio que al fondo, a lo lejos, pequeños
destellos luminosos permiten adivinar las luces de una ciudad. Imagino que
acaban de abandonarla y que emprenden un camino nuevo, de reencuentro con ellos
mismos y con los demás.
Juncal Layana Sánchez
IES Zizur