Todos tenemos nuestro yo, ese que en
profundidad sólo conocemos nosotros. Entre nuestro yo y el mundo hay una
barrera, una pared, que guarda y encierra tus conocimientos, tus sentimientos,
tus instintos naturales. Es aquí donde naces, donde nace lo que hacemos.
Pero es la agitación de este
oleaje de realidades, naturales y culturales, lo que nos definirá. Y como el
orden no existe sin el desorden, la calma no existe sin tempestad.
Sara López García
Colegio Calasanz-Escolapios