En el caso de la imagen expuesta, el perchero le ha robado al árbol hasta su propio nombre (e incluso algunas hojas), haciéndose llamar árbol también.
Por otro lado, siguiéndole el juego y para congratularse con él, le ha permitido que cuelgue de sus ramas desnudas un par de bufandas, otrora suyas.
Así que, volvemos a la pregunta inicial ¿Quién imita a Quién?
Laura Paterna Villanueva
IES Zizur