Durante esta pandemia, si de algo nos hemos podido dar cuenta, es que vivimos en una
sociedad muy determinista. Nos planteamos si podemos ser libres en medio de todas las
normas que el gobierno nos ha impuesto por la pandemia, pero lo cierto es que
seguramente nunca hemos sido libres del todo.
Lo que considerábamos seguridad se podría explicar en parte por un espejismo
socio-cultural basado en una falsa impresión de control, de la misma manera que lo que
planteábamos como libertad podría ser a su vez una respuesta mecánica ante los
conceptos que se encuentran en nuestra realidad.
La pandemia nos ha acentuado las dependencias; el móvil, los juegos, la
bebida... Escapatorias a una jaula inesperada. Jaula de silencio atronador.
Por este motivo, en lo que a mí respecta, la pregunta que nos debemos plantear no es si se
pueden compaginar estos dos hechos, libertad/seguridad, sino si el ser humano será capaz
de experimentarlas en plenitud alguna vez, o si por el contrario será un esclavo de sus
propias circunstancias.
71175257D