El estudio, la productividad y el trabajo.
¿Dónde queda el ocio?
Disfrutar de lo que nos gusta se queda siempre atrás, nunca hay tiempo suficiente para experimentarlo.
Ponemos en un altar cosas que no nos llenan, que tienen un objetivo y una finalidad, pero que no nos hacen realmente felices. ¿Es acaso lo que se ve en la imagen un caballete para pintar y disfrutar, o por el contrario, para el estudio y el trabajo?
Tendemos a anteponer la productividad ante nosotros mismos, ante nuestra propia felicidad y placer.
¿Dónde queda el ocio?
Paula Martín Martín