Dicen que hay unos cánones que
permiten examinar qué tan bello es algo en base a su proporción. Toman la
proporcionalidad como si fuera algo más allá del mundo, como si fuera la
belleza en su estado más puro: un ideal. Olvidan que ese ideal, en realidad, se
ha formado en base a lo que ya existe. Juzgan la belleza de lo que les rodea
como si hubiera algo bello más allá y olvidan que el allá y el acá son la misma
cosa. El ser está en el mundo, aunque parezca imposible.
Joan Francesc Puig Roure
Facs. Filosofía y Letras y Comunicación, Universidad de Navarra
Tercer premio de la categoría general