El agua al igual que el ser humano comenzó siendo unas pocas gotas.
Estas gotas al agruparse formaron unos riachuelos que uniéndose, formaron un gran río formado por
aguas de todos los lugares y de todo tipo. Esto llevó a que el agua tuviera más
fuerza y posibilidad de elegir por donde ir. Pero en su camino se encontró
obstáculos que le impedían seguir con su idea de ir por donde quisiera. A pesar
de ello, éste no olvidó su idea principal, puesto que, día a día, más
riachuelos se le unían aportándole más riqueza a sus aguas y recordándole lo
que era expresarse. Hasta que un día se encontró con un obstáculo que no pudo
sortear por donde quiso y toda su agua se vio obligada a ir por donde se le
ordenaba. Finalmente, el ansia de de libertad, rompió el gran obstáculo y
volvió a decidir por sí sola como antes.
Por eso no hay que olvidar que el ser humano tiene
mucha más fuerza en grupo que de forma individual, y que si unas pocas personas
impiden la expresión de un gran grupo, la gran masa reivindicará sus libertades
hasta que las consiga. Si se le contiene demasiado, podrá llegar a perder el
control de su propia fuerza y estropear lo que ya tenía forjado con su esfuerzo
y entusiasmo.
Rubén Pena Larrea
Colegio Luis Amigó, Pamplona