Historias olividadas en las memorables fotos.
Amigos enganchados en tejidos desconocidas.
En las redes sociales se suben fotos y se comparten historias. Se va creando un nuevo “yo”, el cual se puede modificar y enseñar. Los monólogos se olvidan y dan paso a conversaciones vacías. Cada vez se es más parte de esta sociedad, mientras se lleve la marca de moda.
Mientras tanto, la transformación de una imagen reflejada va ahogando el pasado. Entonces, en el último suspiro de las apariencias un mensaje llega a la mente:
¿Sigo existiendo?
Miriam García de Garayo Armiño
IES Mendillorri