En estos tiempos todo está sobrevalorado como la belleza, al no tener un buen aspecto facial o con tu propio cuerpo. A medida que crecemos crecen con nosotros muchos complejos e inseguridades por miedo de no ser aceptados o ser excluidos, nuestro único problema es que nos dejamos influenciar en qué pensarán de ti si dices o haces una u otra cosa, hacemos todas estas cosas y no nos damos cuenta de que ya no somos nosotros mismos y cuando hablamos no hablamos nosotros, hablan las palabras que la sociedad quiere escuchar supuestamente “lo correcto”.
Tan solo somos marionetas manejados bajo la presión de toda una sociedad idealista e injusta, con el tiempo debemos aprender que ser perfecto es ser nosotros mismos con errores, esto es lo que nos diferencia al resto…
Dime, ¿seguiremos fingiendo?
María de los Ángeles Moreno Silva
Colegio Escolapios Calasanz