La respuesta es sí, todos nos hemos creado una utopía, y para expresarla o hacerla
realidad, necesitamos una revolución. La utopía es una proyección y objetivo de futuro, y
esta debe ser tanto interior (concibiéndola e ideándola) como exterior (realizándola
fisicamente).
Aunque no siempre se pueda crear ese mundo utópico fisicamente, se puede crear
mediante la imaginación; son esos momentos en los que cambiamos el punto de vista y
vemos el mundo con otra perspectiva, sacando las cosas buenas de lo que nos rodea, y eliminando de nuestros ojos lo negativo.
Álvaro José de Araoz Martínez de Aguirre
Colegio Irabia-Izaga