Hay mitos que ocultan el cambio climático u otros negadores de la misandria. Es este último el que he representado armando a la agresora con un tacón, simbolizando poder. Dicha "arma" contrasta con las manos desnudas del agredido, quien protegiéndose oculta su rostro. En último plano vemos una caminante, podría ayudarlo, pero tiene los ojos vendados.
Así, he tratado de mostrar el poder cegador del mito con una venda morada; invitando a preguntarnos: ¿Es irreal todo lo que negamos?
Javier Garralda
Liceo Monjardín