El ocio, desde un punto de vista filosófico, es un espejo que nos muestra cómo somos realmente. Cuando nos tomamos un descanso de la realidad, podemos descubrir si estamos escapando o explorando la profundidad de nuestra existencia. ¿El ocio es un paréntesis fugaz o una ventana a la verdadera finalidad de nuestra vida? En esa dualidad, entre la pausa y la búsqueda, se forma el complicado rompecabezas de nuestra razón de ser, revelando así un descanso de la esencia efímera de nuestra existencia.
Iraia Zancas Villaverde